
Todas las cosas.
Pensé, soñé, creí, imaginé
todas las cosas.
Aquellas por las cuales nací,
viví,
morí,
volví a nacer.
Creo que aquel día
oscuro y claro al mismo tiempo,
celeste y gris,
aquel día en que todo
transcurrió, se deslizó
o simplemente sucedió, como un lago en calma
sacudido sólo por una piedra que cae,
fue más que una elección.
Más que un camino.
Cada decisión,
cada una, singular y plural a la vez,
como una estrella de mar con múltiples puntas,
infinitas opciones
abiertas.
La vida está abierta.
Es tanto, tanto lo que existe,
tan vasto el océano de oportunidades.
Vengas de donde vengas.
Vayas adonde vayas.
Si pensé, alguna vez,
que había un destino-meta prefijado
un sólo sendero a recorrer,
una sola montaña que escalar,
ahora sé que no pude estar más equivocada.
Autor: Mariana Floris
Foto: Villa La Angostura. Pcia. de Neuquén. Rep. Argentina.