sábado, 3 de julio de 2010

La espera


Hoy espero impaciente
por aquello que no sabré
hasta que llegue.
Quisiera que estuvieras aquí.
Quisiera que ambos estuvieran.
Me enseñaste a ser fuerte.
Y no lo supe
hasta el día en que te fuíste.
Y sólo pude decírselo
al vacío que dejaste.
Sabés?, él me enseñó otras cosas.
Pero sobre el origen de mi fortaleza
no tengo dudas: las dos mujeres
más fuertes de mi vida.
Y también las más testarudas.
...Sí, claro, yo también lo soy.
Este día, este presente, no sería tal,
si no fuera un desafío constante.
Por cierto, vivir lo es.
Me gustaría tanto que pudieras verme!
Creo que disfrutarías de
mi inminente casamiento,
de mi vida en pareja,
de esta carrera que amo
y me esfuerzo por terminar,
de esta nueva vida que construyo.
No dejo de pensar en vos
y no sé porqué,
pero estoy segura de que ahora,
estás sonriendo.
Te quiero abuela.


Autora: Mariana Floris.
Foto familiar.

4 comentarios:

  1. Hola Mariana, te escribo unas citas que he leido hoy antes de aterrezar en tu blog:
    "Cuando uno no espera lo inesperado nunca lo encontrará"
    "La verdadera desesperanza no nace de una obstinada adversidad, ni el agotamiento de una lucha desigual. Proviene de que no se perciban más las razones para luchar e incluso, de que no se sepa si hay que luchar" Albert Camus
    "Dos mundos, dos pasiones..dos razones para vivir: energía y aire"
    "La esperanza olvidada: concentración fotovoltaica"
    La lucidez nos la proporciona la esperanza.
    un besito :)

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  2. Hola Leo. Que bueno que hayas pasado por mi espacio. También me gusta mucho Camus. Veo que tenemos coincidencias. Un abrazo y bienvenida!!

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  3. Hermosa foto,¿ años 50 y cuantos?
    Entiendo que Luisa es la Abuela... yo aún recuerdo las mías. Con la paterna, Manuela, ocurrió algo simpático cuando murió. Yo tendría unos 7 años y cuando llegamos, se tardaba entonces más de una hora en recorrer 40 kms entre unas cosas y otras se hizo tarde y yo me dormí. Me acostaron en una cama libre en la misma estancia donde estaba el cadaver de mi abuela y a eso de la 1 0 las 2 de la madrugada me despierto y salgo de la habitación. Una de mis tías me ve y dice a mi madre, ¡mira quién está ahí! Un vecino y amigo de la familia, de espaldas a mí que con el cansancio y el sueño no estaba muy centrado, oye el comentario, se cree que es "la muerta" y aún hoy, y mira que han pasado años, le veo pegando un respingo de mil demonios y el resto del personal "muertos de risa".

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  4. Ay Malo Malísimo!!!, cómo me has hecho reír con tu anécdota!!!!, muy buena!!!. Me encanta la forma en que la cuentas, con esa distancia que puede ponerse entre el hecho y el hoy. Yo aún tengo muy fresca la muerte de mi abuelita. Falleció hace dos años, con Alzheimer. Pero me dá fuerza recordarla y lo hago casi cada día.
    Gracias por compartir tu historia y por hacerme reír...
    Un abrazo.

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