sábado, 11 de febrero de 2012

Irremediable


Hoy las palabras nunca, jamás, e irremediable resuenan
más que nunca.
Hoy sé que no podré ver
nunca tu rostro y tus manos
y saber que se parecen a las mías.
Sentir tu respiración y
dar gracias porque estás viva o vivo.
Querer despertarme sólo
para observarte dormir
o sólo respirar.
Y soñar con todo lo que
podrías ser algún día.
Nada de eso será posible.
No escribiré un diario para que lo leas
al crecer, no te contaré en él historias de tus abuelos,
de tus padres que te añoraron.
No sabré jamás cual hubiera podido ser
el color de tus ojos, la forma de tus pies y de tus manos,
la mirada que me arrancaría mi primera lágrima de madre,
mi primera sonrisa de madre.
Nunca oiré a mi hijo llamarme mamá.
Nunca. Jamás.

2 comentarios:

  1. Me resulta sombrío...quizás sea por ser padre.

    Me encanta volver a leerte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Malo Malísimo. Es sombrío y lo es porque así me sentía cuando lo escribí. Hay momentos en la vida sombríos y tristes, pero a su manera son muy buenos, porque permiten emerger a los buenos y felices.
    Quiero creer esto más que nada.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Mariana ha comentado y tú has opinado....